Bajo este supuesto acuerdo, el modelo Gemini de Google ejecutará partes clave de la Siri actualizada, específicamente las funciones de resumen y planificación, que gestionan la síntesis de información y la ejecución de tareas, según Bloomberg.

Este acuerdo, que se espera que se concrete en las próximas semanas, constituye una de las alianzas tecnológicas externas más importantes de Apple en los últimos tiempos y refleja la urgencia de la compañía por reducir la brecha en IA con rivales como Microsoft y OpenAI. Según se informa, los modelos de IA propios de Apple seguirán impulsando otros aspectos de Siri, pero Gemini potenciará enormemente su capacidad para procesar solicitudes complejas y mantener conversaciones de varios pasos.

La versión mejorada de Siri, cuyo nombre en clave interno es Linwood, debutará con iOS 26.4 la próxima primavera.

Se dice que el nuevo asistente de voz funcionará en los servidores de computación en la nube privada de Apple, lo que garantiza que los datos de los usuarios permanezcan separados de la infraestructura de Google.

El supuesto proyecto, conocido internamente como Glenwood, estaría liderado por el jefe de software de Apple, Craig Federighi, y el creador de Visión Pro, Mike Rockwell.

Según se informa, Apple probó varios modelos de terceros, incluidos ChayGPT de OpenAI y Claude de Anthropic, antes de seleccionar Gemini por su rendimiento y escalabilidad superiores.

Sin embargo, la colaboración se mantendrá en gran medida en secreto, a diferencia del acuerdo público de Apple que convirtió a Google en el motor de búsqueda predeterminado de Safari. Esta iniciativa subraya la evolución de la estrategia de Apple en materia de IA, ya que, si bien continúa desarrollando su propio modelo de un billón de parámetros, la compañía ahora reconoce que aprovechar la tecnología de Google es la forma más rápida de ofrecer mejoras significativas en IA a los usuarios.

De tener éxito, Siri, con la tecnología de Gemini, podría redefinir la forma en que los usuarios interactúan con los iPhones, pero también representa un momento sin precedentes en el que dos de los mayores rivales de Silicon Valley deben cooperar para dar forma a la próxima era de la computación inteligente.