El acuerdo permitirá al fabricante de procesadores suministrar sus codiciados chips al fabricante de ChatGPT, a la vez que adquirirá una participación accionaria no controladora en la empresa.

El acuerdo se estructura en torno a dos transacciones: OpenAI pagará a Nvidia en efectivo por las GPU y, a cambio, Nvidia invertirá capital en la startup.

Las empresas afirmaron que la financiación ayudará a construir centros de datos de IA con al menos 10 gigavatios de potencia, diseñados para ejecutar y entrenar modelos cada vez más avanzados.

El director ejecutivo de Nvidia, Jensen Huang, describió la medida como parte de la estrategia de la compañía para mantener su liderazgo en el mercado de chips de IA, cuya demanda experimentó un aumento vertiginoso en los últimos dos años.

El director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, celebró la alianza y declaró:

'La infraestructura informática será la base de la economía del futuro, y utilizaremos lo que estamos construyendo con Nvidia para crear nuevos avances en IA y empoderar a personas y empresas con ellos a gran escala'.

Nvidia enfatizó que la inversión no afectaría sus relaciones con otros clientes importantes, como Microsoft, Amazon, Meta y Alphabet, quienes han estado compitiendo por asegurar el suministro de GPU.

La compañía declaró:

'Nuestras inversiones no cambiarán nuestro enfoque ni afectarán el suministro a nuestros demás clientes. Seguiremos priorizando a cada cliente, con o sin participación accionaria'.

La alianza se produce en un momento en que el valor de mercado de Nvidia se disparó a casi 4.5 billones de dólares, lo que refleja su dominio en el hardware de IA.

Se espera que la primera fase del proyecto OpenAI entre en funcionamiento en el segundo semestre de 2026.