El gigante tecnológico confirmó que el nuevo compromiso financiará la construcción de una nueva instalación en el condado de Chesterfield, junto con importantes expansiones en sus campus existentes en los condados de Loudoun y Prince William.
Virginia ha sido durante mucho tiempo un centro de centros de datos de nube e IA, y Loudoun, conocido como el 'Callejón de los Centros de Datos', alberga la mayor concentración de este tipo de instalaciones en Estados Unidos.
Google declaró:
'Esta inversión refleja nuestro compromiso con la construcción de infraestructura que satisfaga la creciente demanda de servicios de nube e IA, a la vez que impulsa la innovación y el crecimiento económico en Virginia'.
Esta medida pone de relieve cómo las grandes tecnológicas se apresuran a expandir la capacidad nacional en medio del auge de la IA y la presión de Washington para relocalizar infraestructura crítica.
El presidente Donald Trump ha presionado repetidamente a las empresas para que desarrollen mayor capacidad de IA en Estados Unidos, argumentando que es vital para la seguridad económica y nacional.
Google ya aumentó su previsión anual de gasto de capital a 85 mil millones de dólares, 10 mil millones más que a principios de año, y gran parte de este aumento está vinculado al gasto relacionado con IA.
La compañía no ha proporcionado una fecha exacta para la puesta en marcha de las instalaciones de Chesterfield, aunque un portavoz señaló que los proyectos suelen tardar entre 18 y 24 meses en completarse una vez iniciada la construcción.
Dominion Energy suministrará energía a las nuevas instalaciones.
Además del gasto en infraestructura, Google se comprometió recientemente a destinar mil millones de dólares a que todos los estudiantes universitarios de Virginia tengan un año gratuito de acceso a su plan Google AI Pro, que incluye herramientas y formación en IA.
El anuncio se produce en un momento en que sus rivales Microsoft, Amazon y Meta invierten miles de millones en la expansión de su propia infraestructura centrada en IA.
Los analistas afirman que los últimos compromisos ponen de relieve cómo el norte de Virginia sigue siendo el epicentro de la industria de los centros de datos en Estados Unidos.
