La Comisión Europea anunció que la compañía infringió la legislación sobre competencia al favorecer sus propios productos para la colocación de anuncios online, en detrimento de sus competidores.
El regulador afirmó que esta práctica inflaba los costos para competidores y editores, a la vez que reducía sus ingresos.
En declaraciones a la BBC, la directora global de asuntos reguladores de Google, Lee-Ann Mulholland, declaró:
'Impone una multa injustificada y exige cambios que perjudicarán a miles de empresas europeas, dificultando la obtención de beneficios. No hay nada anticompetitivo en la prestación de servicios a compradores y vendedores de publicidad, y existen más alternativas a nuestros servicios que nunca'.
La Comisión Europea afirmó que Google había incurrido en una práctica de 'autopreferencia' al impulsar su plataforma de intercambio de publicidad, AdX, por encima de la competencia.
Descubrió que la compañía había dado preferencia deliberadamente a sus propias herramientas de compra de anuncios sobre las plataformas donde se venden anuncios en tiempo real.
El regulador ordenó a la compañía que cesara la práctica y pagara la multa, una de las mayores impuestas en un caso de competencia.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de 79 años, criticó la decisión en una publicación en redes sociales.
La calificó de 'muy injusta' y amenazó con iniciar una investigación sobre prácticas tecnológicas europeas que podrían derivar en aranceles.
Escribió:
'Como ya he dicho, mi Administración NO permitirá que estas acciones discriminatorias se mantengan. ¡La Unión Europea debe detener esta práctica contra las empresas estadounidenses INMEDIATAMENTE!'
Trump ha criticado de manera repetida las multas europeas impuestas a empresas tecnológicas estadounidenses, aunque el gobierno estadounidense también demandó a Google por su supuesto monopolio en la publicidad online.
En su fallo, la Comisión Europea afirmó que las prácticas de Google habían distorsionado la competencia, exponiendo a los consumidores a mayores costos, ya que los editores repercutían la pérdida de ingresos.
Teresa Ribera, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión, declaró:
'Siguiendo nuestra práctica habitual, aumentamos la multa de Google, ya que esta es la tercera vez que Google infringe las reglas del juego'.
Añadió:
'En esta fase, parece que la única manera de que Google ponga fin a su conflicto de intereses de forma efectiva es con una solución estructural, como la venta de una parte de su negocio de tecnología publicitaria'.
En 2018, la Comisión multó a Google con 3 mil 900 millones de libras por utilizar su sistema operativo Android para consolidar su dominio en el mercado móvil.