El veredicto se produjo tras una demanda colectiva presentada en julio de 2020 en nombre de unos 98 millones de usuarios y que abarca 174 millones de dispositivos.
Los demandantes alegaron que la configuración de Actividad Web y de Aplicaciones de la compañía engañó a los clientes, lo que permitió a Google seguir recopilando, guardando y utilizando datos de dispositivos móviles a pesar de las garantías de protección de la privacidad.
Reclamaban más de 31 mil millones de dólares por daños y perjuicios.
Un portavoz de Google declaró a la BBC:
'Esta decisión no comprende el funcionamiento de nuestros productos y la apelaremos. Nuestras herramientas de privacidad permiten a las personas controlar sus datos, y cuando desactivan la personalización, respetamos esa decisión'.
El jurado declaró a Google responsable de dos de las tres denuncias por violaciones de la privacidad, pero afirmó que la empresa no actuó con malicia.
Según los demandantes, la recopilación de datos por parte de Google se extendió a cientos de miles de aplicaciones para teléfonos inteligentes, incluidas las de los servicios de transporte Uber y Lyft, las plataformas de comercio electrónico Alibaba y Amazon, y las redes sociales Instagram y Facebook, propiedad de Meta.
Google afirmó que, cuando los usuarios desactivan la función Actividad web y de aplicaciones en su cuenta, las empresas que utilizan Google Analytics pueden seguir recopilando datos sobre el uso del sitio web y de las aplicaciones.
Sin embargo, la empresa sostiene que esta información no identifica a las personas y es coherente con la configuración de privacidad de los usuarios.
El fallo se produce en un momento en que Google se enfrenta a una serie de litigios en Estados Unidos. Esta semana, las acciones de su empresa matriz, Alphabet, subieron más de un nueve por ciento después de que el juez de distrito Amit Mehta dictaminara que la compañía no tendría que vender su navegador web Chrome tras un caso de competencia.
En cambio, la compañía estará obligada a compartir datos de búsqueda con la competencia y se le prohibirá firmar contratos de exclusividad.
El Departamento de Justicia había presionado para la venta de Chrome, alegando el dominio de Google como motor de búsqueda predeterminado en sus propios productos, como Android y Chrome, así como en los dispositivos de Apple.
Google también enfrenta un caso antimonopolio independiente, supervisado por la jueza de distrito Leonie Brinkema, quien dictaminó en abril que la firma tiene el monopolio en tecnología publicitaria.
Está previsto que supervise un juicio a finales de este mes para determinar las compensaciones.