La medida significa que se clasificarán en la misma categoría que sectores clave como los servicios de emergencia, las finanzas y la energía.
Anunciado por el nuevo gobierno laborista, también significa que los centros de datos recibirán un mayor apoyo gubernamental durante incidentes importantes, como ataques cibernéticos, cortes de TI o condiciones climáticas extremas para minimizar las interrupciones.
Los centros de datos, grandes almacenes que albergan bancos de computadoras, son esenciales para impulsar servicios como aplicaciones de inteligencia artificial, procesamiento de datos y transmisión.
Pero su alto consumo de energía y agua ha generado críticas.
A pesar de esto, el Secretario de Tecnología, Peter Kyle, los describió como 'los motores de la vida moderna' y enfatizó el respaldo del gobierno al sector. Ahora que los centros de datos forman parte de la infraestructura crítica del Reino Unido, los funcionarios tendrán la tarea de monitorear las amenazas potenciales y coordinar las respuestas durante incidentes graves.
Esto se produce después de que una interrupción global del servicio informático, vinculada a la empresa de ciberseguridad Crowdstrike, causara una interrupción significativa a principios de este año.
Pero no se prevén nuevas regulaciones ni un escrutinio adicional de los planes de contingencia de los operados de los centros de datos. El profesor Alan Woodward, experto en ciberseguridad de la Universidad de Surrey, afirmó:
'No sorprende que los centros de datos se clasifiquen ahora como infraestructura crítica. Mucha gente piensa que los servicios están en la nube, pero todo se basa en una infraestructura física'.
La creciente necesidad de centros de datos se debe en parte a la expansión de la IA, que requiere una importante capacidad de procesamiento.
Amazon Web Services anunció recientemente una inversión de 8 mil millones de libras en centros de datos del Reino Unido, mientras que Microsoft y Google están desarrollando actualmente sus propias instalaciones.
Las preocupaciones medioambientales sobre las demandas energéticas de los centros de datos persisten, y la National Grid advierte de que su consumo energético podría sextuplicarse en la próxima década.
La oposición local también ha sido un problema, ya que se ha rechazado un centro propuesto en Buckinghamshire por cuestiones relacionadas con el cinturón verde.