"La combinación de un diseño inteligente y una mezcla de fibras muy resistente es lo que hace posible que no se rompa bajo presión... Ya tenemos una buena idea de lo que sufrirá la botella cuando la pongamos en circulación, pero llega un punto en el que no se puede seguir trabajando la idea en un escritorio, ¿verdad? Hay que salir al mundo real para obtener esa información", han señalado desde Coca-Cola.
En el interior de las nuevas botellas se utilizará un recubrimiento vegetal como una especie de "barrera de base biológica" que ayudará a proteger tanto el contenido como el producto en sí: "Contamos con un par de opciones diferentes... tenemos la vía tecnológica más o menos elegida, pero es algo que definitivamente tenemos que probar a fondo y hacer un prototipo", han añadido.