Estas aves no voladoras se extinguieron hace más de 350 años, pero Beth Saphiro, directora científica de la empresa estadounidense Colossal Biosciences, pudo obtener una muestra del genoma completo del dodo a través de una exposición del Museo de Copenhague.
Shapiro estableció que el pariente vivo más cercano del dodo era la paloma de Nicobar de colores brillantes y ahora planea su genoma para introducir los rasgos de las aves extintas.
La científica y su equipo esperan que una gallina sustituta ponga huevos que contengan la nueva ave parecida al dodo, aunque no será idéntica a las criaturas que existieron hace siglos.
Shapiro dijo al periódico The Sunday Times:
'Uno de los conceptos erróneos más grandes que tenemos cuando hablamos de desextinción es esta idea de que podemos recuperar algo que es una réplica idéntica en todos los aspectos'.