El lanzamiento se está desarrollando con el apoyo de Uber y Lyft, lo que marca una de las colaboraciones más significativas hasta la fecha entre las principales plataformas de transporte y un operador de vehículos autónomos.
Uber afirmó estar 'entusiasmado por impulsar el liderazgo de Gran Bretaña en el futuro de la movilidad, ofreciendo otra opción de viaje segura y fiable a los londinenses el próximo año'.
Lyft también respalda el proyecto, y su director ejecutivo, David Risher, afirmó que una red combinada de vehículos autónomos y conductores humanos 'satisfará todas las necesidades de viaje de Londres' y que la compañía está trabajando con Transport for London y las comunidades locales mientras continúan los preparativos.
Para Baidu, la prueba en Londres sigue a sus operaciones autónomas en Hong Kong, que, según la compañía, le han ayudado a adquirir experiencia en mercados con volante a la derecha.
El piloto de Londres llega tras años de progreso desigual para los robotaxis a nivel mundial.
Las primeras implementaciones en Estados Unidos arrojaron resultados dispares: algunas ciudades experimentaron pruebas constantes, mientras que otras se enfrentaron a la frustración pública por vehículos detenidos, bloqueos de tráfico y la preocupación de los servicios de emergencia.
Un importante operador se vio obligado a suspender por completo su servicio de conducción autónoma después de que una serie de incidentes de seguridad desencadenaran la intervención regulatoria.
En general, Europa ha adoptado una estrategia cautelosa, permitiendo solo pruebas a pequeña escala bajo una estricta supervisión.
La densa red de carreteras de Londres y sus impredecibles patrones de tráfico lo convierten en uno de los entornos más desafiantes hasta la fecha para los vehículos autónomos, pero la participación de Uber, Lyft y Transport for London otorga al piloto de 2026 un importante respaldo de la industria.