Según Bloomberg, OpenAI ha vendido más de 700 mil licencias de ChatGPT en unas 35 universidades públicas, lo que le otorga una ventana inicial en lo que se perfila como un mercado educativo altamente competitivo.
Los acuerdos abarcan tanto a estudiantes como a profesorado, posicionando a ChatGPT no solo como una ayuda para el estudio, sino también como un asistente general para la escritura, la codificación, el análisis de datos y la investigación.
Este impulso contrasta con el de competidores como Microsoft, cuyas herramientas Copilot suelen incluirse en acuerdos de software existentes, pero su adopción por parte de los estudiantes ha sido más lenta.
En muchos casos, Copilot es más utilizado por el personal docente que por los estudiantes, mientras que ChatGPT ha cobrado fuerza como un producto independiente que los estudiantes eligen usar activamente.
OpenAI supuestamente busca captar usuarios desde el principio, antes de que los hábitos y flujos de trabajo se conviertan en un hábito.
Mientras tanto, las universidades parecen cada vez más dispuestas a adoptar la IA en luar de controlarla.
Muchas instituciones ahora presentan ChatGPT como algo que debe enseñarse de forma responsable, en lugar de prohibirse por completo, lo que refleja un cambio de actitud más amplio hacia la IA generativa en la educación.
Esta temprana implantación en las aulas se produce a medida que las ambiciones de OpenAI, y su valoración, siguen creciendo.
Mientras tanto, informes independientes sugieren que la compañía mantuvo conversaciones preliminares con inversores para recaudar hasta 100 millones de dólares, con una valoración de alrededor de 750 mil millones de dólares, un aumento considerable respecto a la cifra de aproximadamente 500 mil millones de dólares asociada a una venta secundaria de acciones a principios de este año.
También se informa ampliamente que OpenAI está sentando las bases para una futura oferta pública inicial (OPI), posiblemente en 2026, con algunas proyecciones que valoran la compañía en cerca de un billón de dólares.
La magnitud de estas cifras subrayan la importancia que la educación podría tener para la estrategia a largo plazo de OpenAI.
Si ChatGPT se convierte en el asistente de IA predeterminado para los estudiantes hoy, bien podría incluir en cómo la próxima generación de trabajadores escribirá, programará y pensará mañana: una poderosa ventaja en un mercado de IA cada vez más concurrido.