DeclarĂł a la revista Bunkered: "TodavĂa me pone la piel de gallina. Nos dimos la mano y, de repente, me rodearon. Es una de esas cosas que, si me ponen una lápida, estará grabada en ella: 'El hombre que venciĂł a Tiger'. Siempre me han recordado por eso".
Gary, quien fue derrotado por Tiger al dĂa siguiente, intentĂł, sin Ă©xito, conectar con su compañero debutante: "IntentĂ© entablar conversaciĂłn con Ă©l; supongo que era parte de mi táctica en el match play. Pero no funcionĂł en absoluto. Apenas me dirigiĂł la palabra en todo el partido. Y, curiosamente, tambiĂ©n tuve que jugar contra Ă©l el segundo dĂa". Y realmente no saquĂ© nada de Ă©l. TenĂa un aura. Creo que la creĂł deliberadamente. Ese aire de invencibilidad es parte de lo que lo define como es”.