Según un informe del Financial Times, los fondos fluirán a través de Oracle y el operador de centros de datos Vantage, que se apresuran a construir los enormes centros de computación que OpenAI necesita para sostener el crecimiento de ChatGPT y los modelos de próxima generación.

El préstamo sería uno de los mayores esfuerzos de crédito privado jamás realizados en el sector tecnológico.

Las conversaciones ponen de relieve la creciente preocupación en los mercados financieros, y que el meteórico ascenso de OpenAI choca con el asombroso costo de escalar la inteligencia artificial.

A pesar de su dominio global y el explosivo crecimiento de usuarios, OpenAI sigue sin ser rentable y, según un nuevo análisis de HSBC, podría no alcanzar la rentabilidad antes de 2030.

Para entonces, HSBC proyecta que el 44 por ciento de la población mundial utilizará productos de OpenAI (frente al 10 por ciento actual), pero las operaciones que impulsan este crecimiento seguirán requiriendo un nivel histórico de capital.

HSBC estima que OpenAI se enfrenta a un déficit de financiación de 207 mil millones de dólares para alcanzar sus objetivos de computación hasta finales de la década, impulsado por enormes compromisos de infraestructura, incluyendo un acuerdo de nube de 250 mil millones de dólares con Microsoft y otro de 38 mil millones de dólares con Amazon.

La compañía aspira a 36 gigavatios de capacidad de computación, aproximadamente la demanda eléctrica de un pequeño estado de Estados Unidos.

La escala de hardware, energía y construcción de centros de datos necesarios es tan enorme que el Financial Times comparó a OpenAI con 'un pozo de dinero con un sitio web encima'.

Sin embargo, los inversores siguen cautivados, convencidos de que la IA sigue siendo un megaciclo que podría transformar la productividad, remodelar las industrias y justificar el gasto de capital sin precedentes de la actualidad.