Aunque el contrato entre las dos partes no se ha visto modificado con su marcha temporal a Inglaterra, según la legislación vigente, y como subraya Toni Roca, el regreso a España la próxima temporada implicará que el extremo ocupe una de las tres plazas de extracomunitario que permite la liga. La normativa solo considera 'comunitarios' a esos deportistas británicos que se encontraran en España antes del 31 de diciembre del pasado año.
Semejante situación, y sin olvidar que el rendimiento de Gareth Bale tampoco invita a grandes sacrificios en su favor, podría llevar al Real Madrid a rescindir directamente su contrato en el caso de que 'estorbe' a nivel deportivo y burocrático, ya que una posible venta a otros equipos de la Europa continental parece poco viable dada la elevada ficha del jugador, su irregularidad y su citada condición de extracomunitario. Eso sí, si el Madrid opta por romper el acuerdo, tendrá que compensar debidamente al futbolista.