El golfista norirlandés completó el Grand Slam de su carrera con una victoria en el desempate contra Justin Rose en Augusta en abril, pero reveló que recibió valiosos consejos del psicólogo deportivo Bob Rotella para calmar sus preocupaciones sobre un enfrentamiento en la ronda final con el estadounidense, quien terminó tres golpes por detrás. McIlroy declaró en el podcast The Shotgun Start: "Sentí que lo más difícil con lo que tendría que lidiar ese día sería con el propio Bryson, y con la forma en que, completamente, somos polos opuestos en cuanto a cómo encaramos el juego.

"Sentí que él y yo tendríamos que lidiar un poco con eso. Se lo dije a Rotella. Nos encontrábamos en la zona de caddies antes de ir al campo de prácticas todos los días, y él me preguntaba: '¿Cómo te sientes hoy?'. Y yo le respondía: 'Me siento bien con mi juego'".

El cinco veces campeón de un major añadió: "Le dije que lo único que me inquietaba era la pareja (con DeChambeau). Me dijo: 'Hazlo invisible'. Le pregunté: '¿Qué quieres decir?' Me dijo: "No te involucres, no lo mires, piérdete en tu pequeño mundo. Tienes a Harry (Diamond, su caddie) a tu lado, haz que sea tu compañero y piérdete en ese pequeño mundo. Y eso fue lo que intenté hacer. Eso fue lo único, obviamente sentí que era el mayor impedimento para ganar el Masters ese día".

Una vez que quedó claro que no iba a ser el mayor impedimento, me convertí en el mayor impedimento.

A pesar de la alegría de finalmente ganar la Chaqueta Verde, McIlroy no tiene ganas de revivir la experiencia de aquel domingo en Augusta: "He dado muchas entrevistas y hablado con mucha gente, pero no hay nada de ese día que quisiera recordar".