Moore, quien trabajó en Microsoft desde 2003 hasta 2007, cuando se incorporó a Electronic Arts, sentía que la compañía estaba previamente 'en desventaja', pero que encontró su ritmo tras el lanzamiento de Xbox 360 gracias a importantes juegos de terceros como BioShock, Mass Effect 2 y Dead Rising.
En una entrevista con The Game Business Show, declaró:
'Microsoft, en muchos sentidos, se vio perjudicada en su legado de identidad, de sus productos y de los servicios que ofrece. Pero si algo en lo que fueron y siguen siendo brillantes es en las relaciones con terceros, en la gestión de socios, ya sean Dell, HP, IBM, Activision, EA o Ubisoft'.
Moore añadió que fue el 'equipo de terceros' de Xbox el que le dio el éxito a la Xbox 360 al 'trabajar con terceros, incorporarlos y preguntarles qué necesitaban y cómo podíamos ayudarles'.
Añadió:
'Ahí es donde Microsoft pudo mostrar su fuerza y ofrecer algo a lo que estaban acostumbrados: las relaciones con terceros, porque ellos mismos construían plataformas'.
Moore sugirió que el poder financiero de Microsoft fue un factor clave para vencer a la PlayStation 3 de Sony en la 'Guerra de las Consolas', ya que le resultaba más fácil atraer a desarrolladores talentosos para crear juegos para la 360.
Dijo:
'Microsoft era una plataforma mucho antes de que empezáramos a hablar de plataformas en los videojuegos. Por eso, que los desarrolladores se sintieran bien y ganaran dinero en su plataforma era clave, y Microsoft era brillante en eso. Y mira, es un cortejo. ¿Quién tiene influencia?'