Declaró a la revista Bunkered: "No es seguro. Es arriesgado. He sido muy franco contra el gobierno y el miedo a que me retiren el pasaporte o algo por el estilo, siempre está presente”.
"No es un riesgo que esté dispuesto a correr, especialmente con familia e hijos... No hay nada mejor que sentir el apoyo de tu propio país. Simplemente no he podido hacerlo ni celebrar ninguna de mis victorias con ellos y, para ser honesto, es un fastidio”, abundó.
El deportista de 41 años espera poder llevar a sus hijos pequeños a Venezuela algún día: “Es algo de lo que hemos hablado. Les recordamos sus raíces.
Aunque nacieron en Estados Unidos, intentamos que se sientan también venezolanos. Hablan el idioma. Les mostramos videos y todo sobre Venezuela para que crezcan con esa conexión”.