La leyenda del boxeo, quien falleció el mes pasado a los 46 años, se convirtió en embajador de CALM (Campaña Contra la Vida Miserable) en 2023 tras hablar sobre sus propios problemas de salud mental. La organización benéfica considera que su franqueza jugó un papel fundamental para ayudar a los hombres a abrirse y expresar sus sentimientos.

La directora de relaciones públicas y comunicaciones de CALM, Elizabeth Charlesworth, declaró a la revista Boxing News: "El hecho de que fuera un hombre de clase trabajadora muy orgulloso, un hombre muy duro, y aun así pudiera hablar tan abiertamente sobre lo que había vivido, demuestra su fortaleza".

Realmente fue un maravilloso ejemplo a seguir para mucha gente.

En la película, dijo que creía que su trabajo, mientras estuvo aquí, era ayudar a la gente.

Representa a un grupo de personas que realmente luchan y a quienes históricamente no se les ha animado a hablar de sus dificultades.

Si nos fijamos en la salud mental masculina en la última década, ha mejorado enormemente, y no creo que sea una exageración decir que Ricky Hatton fue una parte importante de ello.

La directora de servicios de CALM, Wendy Robinson, admitió que la organización benéfica está comprometida a ayudar a mantener vivo el legado de Ricky en su trabajo: "Es una sensación de querer mantener vivo su legado y ese mensaje de querer hacer todo lo posible para ayudar a los demás. Eso nos revitaliza. Ya no está con nosotros, pero su influencia seguirá sintiéndose, y creo que para mí también hay algo en torno al impacto de todo esto: un recordatorio para todos de que la salud mental no es un evento, es un proceso. Es algo cotidiano”.