Según documentos vistos por Bloomberg, la iniciativa, cuyo nombre en clave es Proyecto Mercury, involucra a exempleados de importantes firmas de Wall Street como JPMorgan Chase, Goldman Sachs, Morgan Stanley, KKR y Evercore.
De acuerdo con informes, los reclutas reciben un salario de 150 dólares por hora para crear y refinar datos de entrenamiento de IA que imitan el trabajo de analista junior y asociados, desde el modelado de salidas a bolsa hasta las transacciones de reestructuración.
Supuestamente, los participantes deben crear modelos financieros en Microsoft Excel, cumpliendo con estrictos estándares de la industria, como el formato de márgenes y la cursiva de porcentajes.
También redactan instrucciones detalladas que explican los pasos de modelado, una guía que ayudará a los sistemas del creador de ChatGPT a aprender a automatizar dichos procesos en el futuro.
Según se informa, cada contratista envía un modelo por semana y recibe retroalimentación de los revisores antes de que los datos se integren en los procesos de capacitación de OpenAI.
Se dice que el proceso de solicitud para el Proyecto Mercury está impulsado por IA, y los candidatos primero deben completar una entrevista con un chatbot basada en su currículum, seguida de una prueba de estados financieros y una evaluación final de modelado.
Se dice que muchos participantes son estudiantes de MBA de Harvard y el MIT, mientras que otros son analistas son experimentados que buscan trabajo remoto flexible.
Un portavoz de OpenAI confirmó que la empresa colabora con expertos 'para mejorar y evaluar la capacidad de nuestros modelos en diferentes dominios', pero indicó que los contratistas son 'contratados, gestionados y compensados por proveedores externos'.
El supuesto proyecto marca un paso importante en el esfuerzo de OpenAI por hacer que su tecnología sea indispensable en sectores como las finanzas, los derechos y la consultoría, donde la automatización podría reducir drásticamente el trabajo repetitivo.
Sin embargo, también genera ansiedad entre los banqueros junior, que ya se enfrentan a extenuantes semanas laborales de 8 horas y ahora temen que sus puestos puedan ser las primeras víctimas de la revolución de la IA.