Durante gran parte de principios de 2025, Apple fue duramente criticada por quedarse atrás de sus rivales en inteligencia artificial, con Wall Street frustrado por la ausencia de una hoja de ruta ambiciosa.
Sus acciones se desplomaron un 18 por ciento hasta junio, convirtiéndola en una de las empresas con peor rendimiento de los Siete MagnÃficos.
Pero a medida que se intensifica el escrutinio sobre la sostenibilidad de la inversión de capital impulsada por la IA, y mientras Meta, Microsoft e incluso Nvidia tropiezan Apple se ha convertido en un refugio improbable.
Desde julio, las acciones de Apple han subido un 35 por ciento, superando al S+P 500, al Nasdaq 100 catapultando a la compañÃa a una valoración de 4.1 billones de dólares.
Este salto situó a Apple por encima de Microsoft en la ponderación del Ãndice y la situó al alcance de Nvidia.
Los inversores ahora ven la moderación de la compañÃa como disciplina, más que como deficiencia.
Los gestores de cartera afirman que la negativa de Apple a sumarse a la 'carrera armamentÃstica' de la IA -que ha visto a sus competidores invertir cientos de miles de millones en centros de datos y chips- ayudó a preservar los márgenes y a evitar la reacción negativa generada por el aumento desmesurado de los presupuestos para IA.
Apple, argumentan, está bien posicionada para beneficiarse más adelante, una vez que la IA sea estable, generalizada e integrada de forma natural en sus dispositivos y servicios.
Este repunte tiene una salvedad: Apple ahora es cara.
Las acciones cotizan a aproximadamente 33 veces las ganancias futuras, muy por encima de su promedio a largo plazo y solo superadas por Tesla en la lista de los Siete MagnÃficos.
Los analistas advierten que los inversores podrÃan estar pagando de más por la aparente actitud defensiva de Apple, y los indicadores técnicos sugieren que las acciones podrÃan sufrir un retroceso a principios de 2026.
Aún asÃ, la percepción general es clara: a medida que aumentan las dudas sobre una burbuja de IA, el enfoque mesurado de Apple y su dominante ecosistema global de consumo la han convertido en el refugio seguro preferido del mercado.