La política, presentada el mes pasado, exigirá a los desarrolladores que distribuyan aplicaciones de Android fuera de Google Play Store que verifiquen su identidad.

Google había declarado que la medida tiene como objetivo combatir las estafas, el malware y los ataques de ingeniería social que explotan la instalación de aplicaciones externas para engañar a los usuarios e inducirlas a instalar aplicaciones maliciosas.

Sin embargo, los críticos advirtieron que las normas podrían perjudicar la naturaleza abierta de Android al dificultar que los desarrolladores independientes compartan aplicaciones de forma privada.

En una nueva publicación de blog, Google reconoció las preocupaciones, afirmando que había 'escuchado las primeras opiniones, especialmente de estudiantes y aficionados que necesitan una vía accesible para aprender, y de usuarios avanzados que se sienten más cómodos con los riesgos de seguridad'.

En respuesta, la compañía está creando un tipo de cuenta específico para desarrolladores no comerciales, que permite la distribución de aplicaciones a pequeña escala sin verificación completa.

Además, Google introducirá un proceso avanzado para usuarios expertos que deseen instalar aplicaciones no verificadas.

Este sistema incluirá advertencias y medidas de seguridad más claras e ineludibles para garantizar que los usuarios comprendan los riesgos, a la vez que impide que los estafadores obliguen a las personas a desactivar las comprobaciones de seguridad.

Google defendió el marco general de verificación como esencial para combatir el creciente fraude, citando una estafa común en el sudeste asiático donde se presiona a las víctimas para que instalen aplicaciones de verificación bancaria que roban códigos de autenticación.

La compañía ahora invita a los desarrolladores a acceder anticipadamente a sus nuevas herramientas de verificación a través de la Consola de Desarrolladores de Android, con un lanzamiento más amplio previsto para 2026.

Esta política actualizada refleja el intento de Google por equilibrar la seguridad y la apertura, manteniendo la flexibilidad de Android al tiempo que refuerza la protección contra ciberamenazas cada vez más sofisticadas.