El fallo significa que Google debe proceder con reformas que podrían transformar drásticamente el funcionamiento de las tiendas de aplicaciones en dispositivos Android.
El gigante tecnológico había solicitado al tribunal que detuviera partes de una decisión de un tribunal inferior que lo obligara a permitir que las tiendas de aplicaciones rivales accedan a su biblioteca de aplicaciones y a dejar de bloquear la descarga de plataformas de la competencia a través de Google Play.
También se le exigirá que permita a los desarrolladores vincular a los usuarios a métodos de pago externos más económicos para las compras dentro de la aplicación.
Google argumentó que los cambios obligatorios podrían 'perjudicar significativamente la seguridad del usuario' al exponerlos a software no verificado y a riesgos de seguridad, al tiempo que afirmó que las reformas podrían 'socavar la innovación en todo el ecosistema Android'.
La Suprema Corte denegó la solicitud sin dar explicaciones, dejando intacta la sentencia de diciembre de 2023 que determinó que las prácticas de Google Play Store habían sofocado la competencia y cobrado de más a los desarrolladores.
La demanda, presentada por Epic Games, el estudio de Fortnite, en 2020, acusaba a Google de abusar de su posición dominante en el mercado al imponer tarifas elevadas y limitar las opciones de distribución de aplicaciones.
En un comunicado, Epic afirmó que la decisión marca 'un paso histórico hacia mercados de aplicaciones más justos', mientras que los analistas han descrito el resultado como un hito para la aplicación de las leyes antimonopolio en la economía de las aplicaciones móviles.
El rechazo podrá tener repercusiones más allá de Google, aumentando la presión sobre Apple, que se enfrenta a un escrutinio antimonopolio similar tanto en Estados Unidos como en Europa.
Con la sentencia ya en vigor, es probable que los usuarios de Android vean más alternativas a la tienda de aplicaciones y opciones de pago flexibles en los próximos meses.