El pilar de 37 años dejó Saracens para irse a Vannes, Francia, en julio de 2024 y, aunque intenta aprender el idioma de su nuevo hogar, no le ha resultado tan fácil como a su familia.

Declaró a la revista Rugby World: "Sigo aprendiendo. Intento hablar más. Intento tomar tantas clases de francés como puedo. Una de las principales razones por las que elegí venir a Francia fue que quería darles a mis hijos la oportunidad de aprender una cultura y un idioma diferentes”.

“Es un poco desalentador verlos después de seis meses entender casi todo y hablar con bastante fluidez. ¡Es molesto!”, añadió.

El hermano del deportista, Billy, también dejó Saracens para mudarse a Francia al mismo tiempo, y Mako admitió que al número 8 le va mucho mejor con el idioma: "Creo que probablemente se ha adaptado mejor a Francia que yo. Al verlo ser capitán del Montpellier el año pasado, se notaba que se había lanzado con todas sus fuerzas. Sé cómo es él en cuanto a intentar aprender el idioma; es un poco más entusiasta que yo. No le da vergüenza equivocarse, así que sale a la cancha y habla francés, y eso se demuestra al ser capaz de capitanear a su equipo.

Demuestra el respeto que le tienen allí y lo mucho que se ha involucrado en todo el club".