Declaró al periódico The Guardian: "Tengo tanta experiencia en el más alto nivel de la UFC que estoy en el tren exprés hacia un título mundial para finales del próximo año o principios de 2027".
Pero aunque es ambiciosa, Molly, quien mantiene una relación con Fran Parman, estrella de Only Way is Essex, no peleará en Arabia Saudita. Dijo: "Mi integridad vale más que el dinero. De todas formas, no creo que los saudíes quieran que boxee para ellos, por mis decisiones de vida. Pero en el boxeo femenino todavía tenemos promotoras que hacen carteleras exclusivamente femeninas y peleadoras como Katie Taylor y Amanda Serrano cobran millones por su pelea. ¿Es un paso positivo? Sí. ¿Es positivo empezar 12 asaltos de tres minutos en las listas de MVP de Jake Paul? Sin duda".
La deportista británica se enamoró del boxeo con tan solo 12 años, aunque pasaron meses antes de que le permitieran subirse al ring: "Mi primo James vivía a unas casas de aquí y me dijo: 'Voy al gimnasio de boxeo de la esquina'". ¿Quieres venir? Le dije: "¡Sí!". Era el gimnasio Santa Teresa ABC. Entré y el entrenador me dijo: ‘Ay, chicas, lo siento’. Pero siempre que iba nuestro James, yo estaba mirando por la ventana del gimnasio.
"Un día, al ver mi insistencia, el entrenador me dijo: ‘¿Ya compraste tus gomitas y tus wraps?”¡. Le dije: ‘¡Sí!’. Me dejó entrar y me dijo: ‘Bien, cuida a los chicos’. Luego me dejó subir al ring y hacer una ronda de baile con él. Unas semanas después, el entrenador le entregó un trofeo a Molly y le dijo: ‘Dale eso a tu mamá y dile que eres la única chica a la que vamos a dejar entrar a boxear’”.