El excentrocampista dejó el Sao Paulo para fichar por España por la cifra récord de 21,5 millones de libras en 1998 y, aunque sabía que recibiría una suma "que cambiaría su vida", no fue consciente de la importancia de su traspaso hasta mucho después.
Declaró a la revista FourFourTwo: "La legislación brasileña de entonces me daba derecho a solo el 15% de esa suma, pero aun así, era una cantidad de dinero que me cambió la vida. Más del doble de la oferta del Barcelona y la oportunidad de asegurar el futuro de mi familia. Hoy en día, la gente siempre habla de planificar su carrera. En aquel entonces, no existía”.
“Mi tren ya estaba allí y tuve que subirme a él. Mi prioridad era arreglar la vida de mis padres; el resto venía después. Solo más tarde, cuando la prensa lo destacó, me di cuenta de que era un traspaso récord mundial. Sinceramente, me dio igual.
Mi única preocupación era dar consuelo a mi familia”, abundó.
Denilson considera su etapa en el Betis como el momento en que se "hizo hombre", porque la vida en el campo era muy dura: “Mudarme al Betis fue el momento en que me convertí en hombre y en un verdadero futbolista profesional.
No sabía mucho sobre Sevilla. Me habían dicho que me las arreglaría con el idioma, que los inviernos no eran demasiado duros y que la comida estaría bien”.
“Mis padres vinieron conmigo, así que las cosas iban bien fuera del campo. Pero dentro, lo pasé mal. No jugaba bien y el futbol dejó de ser divertido. Perdí parte de la irreverencia que llevaba dentro. En su lugar, aparecieron la tristeza, la ira y la presión. Pensé que adaptarme al futbol español sería fácil, dados mis cuatro brillantes años en Brasil. Sin embargo, las expectativas sobre mí eran enormes y la prensa cuestionaba cómo alguien podía pagar semejante precio por mí. Crecí rápidamente en esos tiempos difíciles”, finalizó.