El actor de "Deadpool" se hizo cargo del club galés junto con su colega estrella de Hollywood, Rob McElhenney, en 2020 y se ha vuelto completamente adicto al fútbol inglés tras ayudar a los Red Dragons a conseguir tres históricos ascensos consecutivos. Reynolds, de 48 años, declaró en el podcast de aficionados del Wrexham 'Fearless in Devotion': "Me alegra que haya sucedido a mi edad. Porque no creo que hubiera podido soportarlo de joven. No cambiaría nada de mi tiempo aquí. No sé cómo uno se aburre con algo así. Amo tanto este deporte que ahora también lo odio; lo siento en mis entrañas".
El actor admite que se ha vuelto adicto a ver el gol acrobático de Sam Smith en la victoria por 3-0 del Wrexham sobre el Charlton, que aseguró el ascenso a la Championship el mes pasado: "Creo que he visto la patada de artes marciales/judo de Sam Smith unas 50, 60 o 70 veces. Es mi versión de una montaña de cocaína. Simplemente me quedo ahí sentado, viéndolo una y otra vez, disfrutando cada segundo. Es extraordinario".
Sin embargo, la estrella de 'Free Guy' admite que detesta tener que despedirse de los jugadores que se van del Wrexham, ya que él y McElhenney dedican mucho tiempo a hacerles sentir como en casa en el club”.
Reynolds dijo: "¡Hago ghosting con todos! No, es broma. Creo que uno de los puntos fuertes de esto era que simplemente queríamos conectar con los jugadores. Pero es un deporte duro. No es muy distinto al mundo del espectáculo, hay mucho rechazo. Así que cuando un jugador firma, lo llamamos por FaceTime. Los llamamos, les damos nuestra información y les decimos que si necesitan algo, nos llamen. Estamos aquí para ayudar. Esa es nuestra forma de entrometernos en el fútbol, ya que no tomamos decisiones en el ámbito futbolístico. Así que hay otras cosas que podemos hacer y siempre intentamos ser proactivos".
Sin embargo, Reynolds explicó que a él y a Rob les dijeron que dejaran de ser tan amables con los exjugadores del club cuando regresaran con equipos rivales: "Queremos mucho a nuestros antiguos jugadores y les deseamos lo mejor, jueguen para quien jueguen. En el primer partido en casa de esta temporada, Shaun Harvey (director del club) vino corriendo hacia Rob y a mí para decirnos que dejáramos de desearle 'buena suerte' al equipo visitante. Yo estaba allí, ¡oh, qué mal! Así es el fútbol; sí, ahora lo entiendo".