Los controladores aéreos de EE. UU. están buscando otros trabajos y solicitando la baja por enfermedad a medida que el cierre del gobierno se extiende a su cuarta semana, lo que provoca crecientes retrasos en los vuelos y problemas de seguridad en todo el país.
El secretario de Transporte, Sean Duffy, afirmó que los controladores están al límite mientras continúan trabajando sin cobrar.
Algunos vuelos en la costa de California fueron cancelados durante el fin de semana debido a la escasez de personal.
En declaraciones a Fox News, dijo: “Los controladores están al límite.
Ve el estrés. Están buscando otros trabajos, están desesperados, preguntándose: ‘¿Puedo conducir para Uber? ¿Puedo encontrar otra fuente de ingresos para llegar a fin de mes?’”.
El cierre, que comenzó el 1 de octubre, ha dejado a miles de empleados federales sin cobrar. Los controladores aéreos, considerados trabajadores esenciales, han tenido que permanecer en servicio, pero ahora luchan por gestionar su carga de trabajo y sus finanzas personales.
El sábado, el Departamento de Transporte emitió 22 alertas advirtiendo sobre posibles retrasos en los vuelos debido a la escasez de personal, una de las cifras más altas desde que comenzó el cierre del gobierno. La Administración Federal de Aviación (FAA) confirmó que más de 3000 vuelos en Estados Unidos sufrieron retrasos el domingo, afectando aeropuertos desde Los Ángeles hasta Newark.
Algunos aviones quedaron en tierra en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles la madrugada del domingo, y las operaciones se normalizaron antes del mediodía. El Aeropuerto Internacional Newark Liberty registró retrasos promedio de 82 minutos, y la FAA indicó que el Aeropuerto Internacional de Dallas-Fort Worth también podría sufrir interrupciones más tarde ese mismo día.
Duffy afirmó que el gobierno podría verse obligado a reducir el número de vuelos si la escasez de personal continuaba disminuyendo.
Al preguntársele si aún era seguro volar, evitó dar una respuesta directa y, en cambio, hizo un llamado a los controladores aéreos: “Necesito que mis controladores se concentren en el espacio aéreo, no en las finanzas de sus hogares”.
La crisis se produce apenas unas semanas antes del período de viajes de Acción de Gracias, uno de los momentos de mayor actividad para el tráfico aéreo en Estados Unidos. La presión sobre el sistema de aviación contribuyó a poner fin al cierre del gobierno en 2019, cuando las ausencias masivas de controladores aéreos paralizaron brevemente los vuelos en el aeropuerto LaGuardia de Nueva York.