Según Bloomberg, el gigante japonés de los videojuegos solicitó a sus proveedores que fabriquen hasta 25 millones de unidades para marzo de 2026.
De lograrse, esto marcaría uno de los mejores resultados para un primer año en la historia de la industria de las consolas.
Nintendo comenzó a ensamblar el Switch 2 a finales de 2024 y ahora se dice que está aumentando la producción para satisfacer la abrumadora demanda de cara a las fiestas.
Los analistas habían pronosticado ventas para el primer año de alrededor de 17.6 millones de unidades, pero fuentes internas afirman que Nintendo espera vender aproximadamente 20 millones de consolas solo en este año fiscal, con existencias adicionales para el próximo.
Las acciones de Nintendo subieron más del 2 por ciento tras los informes sobre el aumento de los objetivos de producción. Las acciones de la compañía ya han subido 50 por ciento durante el último año, impulsadas por el debut récord de la consola y el interés sostenido de los consumidores.
La consola híbrida de 450 dólares, que puede funcionar tanto como portátil como en base, se basa en el éxito de la Switch original de 2017.
Su total compatibilidad con los títulos existentes de la Switch le ha proporcionado un ecosistema de software masivo desde su lanzamiento, eliminando uno de los mayores desafíos que enfrentan las nuevas consolas.
La supuesta estrategia de Nintendo también parece reflejar las lecciones aprendidas de Sony y Microsoft, cuyos lanzamientos de PlayStation 5 y Xbox Series X|S se vieron limitados por la escasez de suministro durante la pandemia en 2020.
Al garantizar un inventario sólido y mantener los precios estables a pesar de los nuevos aranceles estadounidenses, Nintendo está posicionando a la Switch 2 como un éxito global.
En Estados Unidos, las ventas se están adelantando un 77 por ciento a la trayectoria de lanzamiento de la Switch original, según datos de Circana. Se espera que el lanzamiento de Pokémon Legends: Z-A impulse aún más el juego y los analistas afirman que Nintendo pronto podría superar sus propios pronósticos conservadores.
