Las acciones de la empresa subieron más de un siete por ciento el jueves pasado debido al posible acuerdo que respaldaría los planes de Intel de construir un centro de fabricación en Ohio.
El tamaño de la posible participación no está claro y el portavoz de la Casa Blanca, Kush Desai, declaró que 'las conversaciones sobre acuerdos hipotéticos deben considerarse especulativas a menos que la administración lo anuncie oficialmente'.
Esto ocurre pocos días después de una reunión entre el director ejecutivo de Intel, Lip-Bu Tan, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien previamente había acusado al jefe tecnológico de estar 'muy conflictuado' debido a sus presuntos vínculos con China.
Bloomberg informa que el portavoz de Intel se negó a comentar sobre las conversaciones y afirmó que la compañía está 'profundamente comprometida con el apoyo a los esfuerzos del presidente Trump para fortalecer el liderazgo tecnológico y manufacturero de Estados Unidos'.
Esta posible medida sería un salvavidas para Intel, según el analista tecnológico David Nicholson, de The Futurum Group, ya que le ofrecerá financiación y apoyo gubernamental.
El fabricante de chips ha tenido dificultades últimamente, al quedar rezagado frente a empresas como Nvidia en la carrera de la inteligencia artificial (IA).
El valor bursátil de Intel se ha reducido a más de la mitad, hasta los 104 mil millones de dólares (unas 77 mil millones de libras esterlinas), desde 2020.
El acuerdo significaría una mayor interrelación entre el gobierno y las empresas privadas en Estados Unidos, reflejando una tendencia observada en países como China.
Esto sucede después de que los gigantes de los chips Nvidia y AMD acordaran pagar al gobierno estadounidense el 15 por ciento de los ingresos chinos, en lo que constituye otro ejemplo de la intervención directa de la administración Trump en la empresa privada.
Nicholson afirmó:
'Algunos pensarán que es injusto que Intel esté recibiendo apoyo, pero la mayoría coincidirá en que es estratégicamente vital para Estados Unidos'.
Se dice que la fábrica planeada por Intel en Ohio es un elemento clave de las conversaciones con Washington y se ha señalado como un componente vital para el futuro de la empresa.
Es poco común que el gobierno estadounidense brinde apoyo directo a una sola empresa, pero el analista tecnológico Austin Lyons cree que Intel es un caso especial, ya que es importante para la competitividad de Estados Unidos en la industria de la fabricación de chips.