Por favor active JavaScript para poder aprovechar la funcionalidad completa de GMX.

Joshua Buatsi está dispuesto a hacer sacrificios por el bien del boxeo

Joshua Buatsi está dispuesto a hacer sacrificios por el bien del boxeo

Joshua Buatsi está dispuesto a hacer sacrificios por el bien de su carrera boxística.

El boxeador británico entrena para sus combates en Estados Unidos con su entrenador Virgil Hunter y está dispuesto a renunciar a pasar tiempo con sus seres queridos, ya que ha trabajado arduamente para llegar a la cima de este deporte.

Buatsi, quien ganó una medalla de bronce olímpica en los Juegos de Río 2016, declaró a la revista Boxing News: "Hacer sacrificios es tan natural que se ha convertido en un estilo de vida". Si les explicara lo que hago, pensarían: “¡Uf, qué gran sacrificio, Josh!”. Pero para mí es lo normal. Paso mucho tiempo lejos de mi familia; me pierdo muchas celebraciones. No me invitan a ningún lado porque la gente piensa: «Ah, sí, está fuera del país”.

“Pero (los sacrificios) sin duda han valido la pena. Cuando entré al equipo olímpico (en 2014), me dijeron: El boxeo te va a cambiar la vida. Pensé,’¿Cómo va a cambiar mi vida pelear o entrenar con ese tipo?. No lo veía posible. Pero ahora puedo sentarme aquí y decir que ha cambiado mi vida por completo. Buatsi sufrió su primera derrota profesional ante Callum Smith a principios de este año y reveló que superó la decepción escalando una montaña en Etiopía para aprender más sobre una antigua iglesia llamada Abuna Yemata”, agregó.

El boxeador de peso semipesado, que se recuperó con una victoria sobre Zach Parker el fin de semana pasado: "Fue una experiencia increíble, algo que estuve investigando durante meses, así que fue surrealista poder hacerlo de verdad. Ojalá hubiera podido estar solo en ese viaje, haciéndolo todo por mi cuenta, y cuando el hombre me recogió, me dijo: 'Hoy solo estás tú', así que me emocioné. Es un recuerdo que guardaré para siempre, pero nunca volveré a escalar esa montaña".

Buatsi continuó: "Subir fue duro, pero bajar fue aún más duro. Caminamos unos veinte minutos antes de empezar la subida, y mientras caminábamos, el viejo nos decía: Guarden energías, que las van a necesitar para la subida. Yo ya estaba cansado, y recuerden, no hay redes de seguridad ni arneses. Si dan un paso en falso, no solo se van a lastimar, sino que se van a matar.

Contenido patrocinado

ArtĂ­culos relacionados