La wing de 28 años formó parte de la selección inglesa que recientemente ganó la Copa Mundial, derrotando a Canadá en la final, y espera que la victoria de las Red Roses tenga la misma influencia que las Lionesses han tenido en el fútbol femenino.

Declaró a la revista Rugby World: "Me encantaría ver estabilidad en el juego.

Hemos puesto el balón en marcha y no quiero que se detenga. Lo importante es la influencia que tendremos en las bases. El rugby tiene la capacidad y la influencia de cambiar la vida de cualquiera”.

“Está bastante estereotipado, especialmente entre los chicos, que puede ser un deporte de clase media, pero no lo es. De verdad que no lo es. Quiero ver el rugby extenderse al norte, quiero verlo florecer en todo el país, porque miren lo que el fútbol ha hecho en el fútbol femenino. Muchas chicas se preguntan por qué no lo hacen y por qué los chicos se ensucian las rodillas. Lo que intentamos demostrar es que no es algo aislado. Es un deporte femenino y ha llegado para quedarse”, explicó.

Inglaterra ganó el Mundial en Twickenham y Abby admitió que el apoyo de las 82.000 personas fue abrumador: "Normalmente, la multitud está a la altura de los ojos, pero de repente, alzas la vista y todo el estadio de Twickenham solo tiene gente bajando por las escaleras de caracol. En un momento dado, me costaba respirar porque no podía creer lo que nos estaba pasando".