Declaró a la revista Today's Golfer: "Nunca me enojo jugando al golf. Me molestaba y me quedaba muy callado, pero tengo que agradecerle a mi padre por ayudarme con esas cosas. Decía que si salíamos a jugar al golf juntos, no le importaba cómo jugaba, solo quería que lo pasáramos bien”.
"Y creo que eso se me ha quedado grabado. Es un aspecto importante de mi forma de jugar al golf. No quiero que los resultados dicten cómo soy como persona.
Creo que mi forma de ser debería dictar cómo juego al golf. Así es como intento actuar”, abundó.
El deportista de 25 años admitió que se arrepiente mucho de esta temporada: Este año he aprendido mucho sobre mi juego y sobre mí mismo, qué me funciona y qué no. Cambiaría bastante la forma en que ha ido esta temporada. Si tuviera una varita mágica, cambiaría mi forma de entrenar y prepararme para los torneos de esta temporada.
Habría sido más eficiente entrenando en casa, para poder estar un poco más afinado para los torneos”.