Declaró a la revista Boxing News: “Mucha gente tiene miedo incluso de sumergir la cabeza en el agua, y mucho menos de sumergirse cada vez más profundo, con el oxígeno justo en el tanque. Pero yo lo veo como una forma de meditación. Quiero ser como los apneístas que se sumergen hasta el fondo y empiezan a alucinar en ciertos momentos”.
Para Deontay, estar en el agua es un lugar “mágico”: “Soy un gran nadador y siempre me han encantado las aguas. Hay un gran poder en las aguas, hay magia en el océano.
El océano está en un 75 % sin descubrir. Mucha gente piensa que ahí es donde reside el mal, en el fondo del océano, pero todo es desconocido”.
“Mucha gente me pregunta: ‘¿Cuál es el lugar más bonito en el que has estado?’. Y siempre les digo que está bajo el mar. Eres un completo desconocido en ese mundo, necesitas cosas que te ayuden a respirar, pero tienes que mantener la calma. No puedes dejarte llevar por el pánico”, mencionó.
La última inmersión del deportista fue en el "hermoso" Océano Índico: "Mi última excursión fue en el Océano Índico y fue precioso. Había mucha vida marina allí abajo y, aunque éramos desconocidos en ese entorno, nos ofrecieron una gran hospitalidad, recibiéndonos con los brazos abiertos, o mejor dicho, con las aletas abiertas".