El brasileño de 27 años admitió que se sintió un poco sorprendido cuando el entrenador Eddie Howe le otorgó el brazalete al inicio de la temporada y, al adaptarse al puesto, le costaba dormir porque le preocupaba cómo motivar mejor a sus compañeros.
Declaró a la revista FourFourTwo: "Estaba encantado con la oportunidad de ser capitán; sentía mariposas en el estómago, aunque mentiría si dijera que no me sorprendió un poco. Creo que hablo inglés muy bien, pero no soy de Inglaterra. Fue una gran responsabilidad para mí”.
“Antes de los primeros cinco partidos, me mantenía despierto dos horas por la noche, pensando en qué les diría a los chicos al día siguiente para motivarlos. No fue algo natural para mí. Tuve que aprender y todavía estoy trabajando en ello. Como capitán, primero debes pensar en tus compañeros. Pero he disfrutado del camino y me ha ayudado a mejorar mi inglés. ¡Me encanta hablar!”, explicó.
El centrocampista admitió que levantar la Copa EFL como capitán del Newcastle en marzo significó muchísimo: "Es difícil encontrar las mejores palabras para describir este sueño que he estado viviendo. Dada la historia, la tradición y la apasionada afición del Newcastle, 70 años sin un trofeo nacional fue muchísimo tiempo. Creo que lo entenderé por completo cuando me retire. He estado caminando sobre nubes, aprovechando al máximo esta luna de miel con la afición. “Me he sentido así desde el primer día en el Newcastle, pero convertirme en el primer capitán en 70 años en levantar un trofeo [nacional] significó muchísimo para mí”.