La secretaria de Transporte, Heidi Alexander, ha otorgado la "autorización de desarrollo" para el proyecto del aeropuerto de Sussex, que convertirá su pista norte de una calle de rodaje en una pista completamente operativa.

La decisión se produce tras una consulta sobre el ruido de las aeronaves y el acceso de pasajeros, y el gobierno respalda el proyecto como vital para la economía.

Un portavoz del gobierno declaró: "Con las limitaciones de capacidad que frenan las empresas, el comercio y el turismo, esto es una apuesta segura para el crecimiento. Este gobierno ha tomado medidas sin precedentes para lograrlo, gestionando un sistema de planificación innecesariamente complejo, que nuestras reformas simplificarán en el futuro".

Es posible que los aviones puedan despegar desde una nueva pista completa en Gatwick antes de las próximas elecciones generales.

Stewart Wingate, director general en el Reino Unido de VINCI Airports, propietaria de Gatwick, celebró el anuncio: “Este es otro paso importante en el proceso de planificación para esta inversión de 2.200 millones de libras, financiada íntegramente por nuestros accionistas, que generará importantes beneficios en términos de crecimiento, turismo y comercio para Londres Gatwick y el Reino Unido, además de crear miles de puestos de trabajo”.

“Como ya hemos dicho, es fundamental que las condiciones de planificación nos permitan aprovechar al máximo los beneficios del proyecto y no impongan restricciones innecesarias que hagan inviable la inversión. Ahora debemos examinar detenidamente los detalles de la autorización de planificación. Una vez hecho esto, podremos ofrecer más información”, abundó.

Gatwick, que actualmente es el aeropuerto de una sola pista con mayor tráfico de Europa, gestiona más de 40 millones de pasajeros al año. Las autoridades afirman que la conversión de la pista norte podría permitir que el aeropuerto preste servicio a 75 millones de pasajeros al año para finales de la década de 2030. Sin embargo, el plan se enfrentará a la oposición de los residentes locales y activistas. El grupo comunitario CAGNE declaró: “Sabemos que a este gobierno le importa poco el impacto ambiental que la aviación tiene en nuestro planeta y en los vecinos de Gatwick, pero no exigir que Gatwick pague por la infraestructura, la planta de tratamiento de aguas residuales in situ y el impacto acústico es ilegal según nuestra legislación”.