Esta decisión se produce mientras Apple intensifica sus inversiones nacionales ante la amenaza de aranceles radicales sobre los componentes semiconductores importados.
Apple declaró: "Al traer esta tecnología primero a EE. UU., esta planta suministrará chips que optimizan la potencia y el rendimiento de los productos Apple, incluidos los dispositivos iPhone que se envían a todo el mundo".
Aunque Apple y Samsung no han revelado todos los detalles técnicos, fuentes informaron al Financial Times que la planta de semiconductores de Samsung en Austin producirá un nuevo sensor de imagen apilado de tres capas para el iPhone 18, que se lanzará en 2026.
Se espera que el sensor avanzado mejore el rendimiento con poca luz y el detalle de la imagen. La decisión de Apple de colaborar con Samsung, históricamente uno de sus rivales más acérrimos, refleja tanto presiones geopolíticas como una necesidad estratégica.
Lee Jong-hwan, profesor de ingeniería de semiconductores en la Universidad de Sangmyung, declaró: “Parece que Samsung ha conseguido este acuerdo con Apple debido a los inminentes aranceles sobre los chips extranjeros. Apple habrá preferido a Samsung sobre Sony porque Sony no tiene plantas en Estados Unidos”.
Sony, durante mucho tiempo el único proveedor de sensores de imagen de Apple, fabrica los componentes a través de TSMC en Japón.
En un comunicado, Sony indicó: “Seguimos confiando en nuestra avanzada tecnología de sensores para nuestros clientes y nos centraremos en seguir impulsando el avance tecnológico mediante sensores de mayor tamaño y densidad”.
Este acuerdo se produce cuando Apple amplía sus compromisos de fabricación en EE. UU. en 100 000 millones de dólares adicionales, una medida anunciada el mismo día que el presidente Donald Trump se comprometió a introducir un arancel del 100 % sobre los chips importados, un impuesto que Apple ahora podría evitar.
El analista Pak Yuak, de Kiwoom Securities, valoró: “Este acuerdo impulsará el ratio de operación de la planta estadounidense de Samsung y ayudará a reducir las pérdidas de su fundición», señalando que se trata de un momento clave en el resurgimiento de Samsung como fabricante por contrato”.