Los padres de Greystone, condado de Wicklow, cerca de Dublín, acordaron no proporcionar a sus hijos pequeños un dispositivo después de que la directora de la Escuela Nacional de St. Patrick, Rachel Harper, notara que los niveles de ansiedad en los niños eran increíblemente 'altos' cuando usaban un teléfono inteligente.

Hablando en el programa de televisión británico 'This Morning', explicó:

'Me encontraba con los niños por la mañana en la puerta de la escuela para conocerlos y podía ver un aumento en los niveles de ansiedad incluso en los niños que cruzaban la puerta de la escuela... hablando con los padres, había mucha ansiedad por la noche. Y hablando con los maestros también sobre lo que está sucediendo en las aulas. Me acerqué, tenemos una gran comunidad, con otros siete directores y les pregunté si vimos algo similar y así fue, así que identificamos el problema allí'.

Los padres emprendieron estas acciones:

'Así que enviamos cuestionarios a todos los maestros y padres y la información que recibimos fue asombrosa, y esa fue la primera etapa para derribar los muros y hacer que los padres hablen'.

Rachel explicó que antes de implementar la prohibición, reunía a la ciudad y ahora el área tiene reuniones mensuales para discutir diversos temas en la comunidad.

Rachel comentó:

'Tuvimos una reunión municipal... todos nos reunimos para pensar qué podíamos hacer. Tenemos charlas mensuales para los padres que cubren diferentes temas. Cuando estábamos haciendo todo este lado comunitario de las cosas, estábamos pensando en las áreas que alimentan la ansiedad y todos sentimos que los teléfonos inteligentes y el uso de Internet eran una gran parte de ella'.

Concluyó:

'Una de las escuelas ya había comenzado a implementar la prohibición y decidimos convertirla en la nueva norma en nuestra área. Lo primero que hicimos fue enviar un correo electrónico. Estábamos analizando el bienestar de los niños, así que creo que así es como aterrizó bien'.