Cuando le preguntaron sobre la primera vez que lo reconocieron, declaró en el nuevo número de la revista Bunkered: "Probablemente en el club de golf local, si es que eso cuenta. No me reconocen mucho, pero siempre es incómodo. ¡No sé de qué hablar!".
A pesar de su éxito en el green, Laurie quiere ser conocido por algo más que su destreza deportiva cuando muera.
Cuando le preguntaron qué era lo último que le gustaría que se escribiera sobre sí mismo: "No lo veo como golfista. Solo como un tipo normal que amaba a su esposa e hijos y con quien puedes reírte un poco". El deportista confesó haber perdido uno de sus palos al lanzarlo en un ataque de ira”.
Al hablar de la última vez que había lanzado un palo, admitió: "En el hoyo 14 de Leopard Creek, cuando jugaba en el Alfred Dunhill. Hay un obstáculo que cruza la parte delantera del green y ya lo había encontrado dos veces esa semana. Después de la tercera vez, tiré el wedge a los árboles y lo perdí”.