El ocho veces ganador del PGA Tour, quien ahora es un exitoso entrenador y comentarista, cree que quienes llegan a disfrutar de carreras exitosas en el golf no han crecido completamente dedicados a sus palos, ya que pueden aprender cosas diferentes de otros deportes.
Al preguntarle si cree que los golfistas jóvenes se encasillan demasiado rápido, declaró a la revista Golf Monthly: "No hay duda. Creo que los jóvenes necesitan practicar muchos deportes diferentes mientras puedan. Aprendí mucho de los creadores del Titleist Performance Institute, Greg Rose y Dave Phillips. Empezaron a aprender a fondo la biomecánica del juego, evaluando a jugadores del PGA Tour y preguntándoles qué deporte practicaban de niños”.
“A medida que investigaban más, descubrieron que muchos practicaban otros deportes de niños y no se dedicaban solo al golf a, digamos, los ocho años”, indicó.
Brad continuó detallando cómo los jugadores pueden beneficiarse de probar otros deportes: "Las cosas que se aprenden jugando un deporte como el baloncesto, por ejemplo (correr rápido, frenar rápido, saltar alto), se vuelven beneficiosas en el golf sin que uno sepa necesariamente que van a ayudar en el futuro. Piensa en los jugadores de potencia de hoy y observa la elevación que obtienen del suelo al extender las piernas, las caderas y girar el cuerpo. Todo eso se desarrolla a una edad temprana y se obtiene practicando otros deportes. Y al mismo tiempo, los niños también se divierten haciéndolo".
Y Brad arremetió contra los padres que animan a sus hijos a dedicarse exclusivamente al golf: “Casi se me saltan las lágrimas cuando veo padres que creen que su hijo será el próximo Tiger Woods o Jack Niklaus a los nueve años y los obligan a jugar solo al golf. Culpo a la cultura, porque la sociedad ha llegado a un punto en el que, si quieres ser bueno en algo, la gente piensa que solo tienes que hacer eso”.