El piloto de 40 años, que fichó por Ferrari tras 12 años con Mercedes, no ha conseguido subir al podio tras 13 de las 24 rondas de la temporada y ha admitido que los últimos meses con su nuevo equipo han sido una auténtica batalla.

En declaraciones a los medios antes de la última carrera antes del descanso en Hungría este fin de semana, Hamilton declaró: "Las últimas temporadas han sido difíciles, a su manera. Esta ha sido sin duda la más intensa, diría yo, solo desde el punto de vista laboral. Integrarme en una nueva cultura y en un nuevo equipo. No ha ido del todo bien en todos los aspectos, y ha sido una verdadera batalla”.

"Definitivamente necesito desconectar y recargar energías, estar con los niños, reír, soltarme. Estoy seguro de que lloraré en algún momento y creo que eso es muy saludable”, explicó.

Sin embargo, Lewis insistió en que está decidido a que su colaboración con Ferrari sea un éxito: "Pero siempre me emociona competir. Me encanta lo que hago, me encanta vestir de rojo, me encanta trabajar con este equipo, tengo mucha confianza en él. Es realmente difícil de explicar. Ya lo sentía mucho cuando estaba en mi equipo anterior. Con el tiempo, se construye esa camaradería, y veo la pasión en este equipo y me encanta”.

"Solo quiero aportar lo mejor que pueda. Claro que necesito hacerlo sobre todo en la pista, y no siempre lo consigo, pero también entre bastidores. Veo que siempre hay cosas que podemos mejorar y otras que yo puedo mejorar. Estoy muy emocionado por este descanso. Creo que todos, especialmente los de la fábrica, disfrutarán sin duda de este tiempo con su familia y volveremos con más energía para la segunda mitad”, finalizó.