El deportista de 31 años se vio obligado a retirarse a principios de este año debido a una lesión de espalda y, aunque la ex estrella de los Leicester Tigers estaba destrozada por colgar las botas a una edad relativamente joven, agradece poder ahora priorizar a sus seres queridos.
Declaró a la revista Rugby World: "Obviamente, me hubiera gustado jugar mucho más tiempo. Pero tampoco me conformaba con sacrificar mi capacidad para desempeñar mi primer trabajo, que es ser padre y ayudar en casa. Y mi dolor de espalda durante el último año, más o menos, me ha quitado mucha capacidad para hacerlo”.
“Es extraño porque, por un lado, estoy muy disgustado o destrozado por no poder jugar más, pero por otro lado, estoy contento de poder dedicarme más a mi familia, que es mi prioridad”, explicó.
Anthony sabe que le espera una larga batalla para recuperar su plena forma física, pero se siente aliviado de no tener que lidiar también con la presión de estar listo para volver a la cancha: "Será una batalla bastante larga para estar al cien por cien. Pero ya he tenido problemas similares con el tendón de Aquiles y otras cosas. Así que sé lo que tengo que hacer y, al menos, no tengo la presión del tiempo ni de todas las presiones externas de tener que ponerme en forma para este partido o estar lo más cerca posible del cien por cien para poder volver pronto".
“Me siento bastante cómodo con mi estrategia. Y ahora mismo, me alegro de poder sentarme y no sufrir un dolor insoportable. Así que, sí, aprovecho todas las victorias posibles”, finalizó.