El golfista ha tenido dificultades desde su histórica victoria en el Masters de abril, que le aseguró el Grand Slam de su carrera, pero está decidido a terminar la temporada de Grand Slam con broche de oro en Royal Portrush el próximo mes. McIlroy, quien terminó empatado en el puesto 19 del US Open, dijo: "Escalé mi Everest en abril, y creo que después de hacer algo así, hay que volver a bajar y buscar otra montaña que escalar.

"Un Abierto en Portrush es sin duda una de esas cosas. Si no puedo motivarme para un Abierto en casa, entonces no sé qué me motivará. Solo necesito ponerme en el estado de ánimo adecuado. Probablemente no lo he estado en las últimas semanas”.

"Pero volver a casa y tener un par de semanas libres, con suerte sintiéndome renovado y rejuvenecido, me pondrá de nuevo en el lugar correcto”, añadió.

McIlroy no logró pasar el corte la última vez que el Abierto se celebró en Portrush en 2019, pero recordó haberse conmovido hasta las lágrimas por el apoyo de su público local.

El cinco veces ganador de un major, valoró: "No me di cuenta de lo emocionado que iba a estar en Portrush". Creo que eso fue algo para lo que más no estaba preparado. Recuerdo que pegué un tiro al 12 o 13 el viernes, obviamente intentando pasar el corte. Recuerdo el rugido que sentí cuando la bola tocó el green, y sentí que estaba a punto de echarme a llorar. Ese apoyo y ese cariño de tu propia gente, no estaba preparado para eso. Necesito recuperar la mentalidad para sentir esas emociones de nuevo."