El peso superwélter había regresado a su país natal hacía tres años para renovar su visa y planeaba regresar a Los Ángeles, donde entrenaba desde 2017, poco después. Pero antes de su nombramiento en la embajada de Estados Unidos, comenzó la guerra y lo dejó con dudas sobre qué hacer.
Recordó a la revista Boxing News: "Fue un shock. Durante los primeros días, pensé que tal vez debía unirme al ejército. Lo único que sabía con certeza era que debía quedarme en casa y salvar a mi familia. Mi hermano mayor y dos amigos más cercanos se alistaron enseguida en el ejército. Le pregunté a mi amigo si yo también debía alistarme, pero me No, eres boxeador, no soldado".
Dijo que sería mucho mejor para mí continuar mi carrera y enviar dinero para apoyar a mi país, todo ello mientras ondeaba la bandera ucraniana.
Serhii permaneció en su ciudad natal, Vinnytsia, durante varios meses antes de recibir finalmente luz verde para salir de Ucrania y ahora espera inspirar a sus compatriotas con sus logros en el ring: "Rusia es un país grande y [Vladimir Putin] dijo que se necesitarían tres días para ganar la guerra.Pero ya lleva más de tres años en marcha porque Ucrania es fuerte.Ahora mi objetivo es demostrar a la gente que Ucrania es un país fuerte. Gano la batalla, Ucrania gana la guerra. Quiero motivar a mi gente, porque ellos me motivan a mí".