La exfutbolista de 37 años admitió que la victoria de las Leonas por 2-1 sobre Alemania en la final fue la “guinda del pastel” a su dilatada carrera y reivindicó todos los “sacrificios” que había hecho a lo largo de los años.

Ella le dijo a la revista FourFourTwo sobre la final: “El partido que fue la guinda del pastel para mi carrera; no puedo expresarlo con palabras para hacerle justicia. Me han preguntado sobre ese día con tanta frecuencia que uno pensaría que ya estaría acostumbrado, pero todavía se me pone la piel de gallina al revivirlo”.

“Ganar ese partido contra Alemania hizo que todo lo que había hecho valiera la pena: los innumerables sacrificios y dificultades que había soportado en el camino. Toda una vida dedicada al fútbol reivindicada en 120 minutos gloriosos e insoportables”, abundó.

Los recuerdos de Jill de la final siempre pueden animarla si está pasando por un mal momento porque la victoria fue el "mejor día" de su vida: “Aprecio mucho mi medalla de ganador y tengo una fotografía en mi cocina de las chicas y yo sosteniendo el trofeo en Wembley. Si alguna vez tengo un mal día o no estoy de buen humor, basta con echarle un vistazo y volveré a estar en la cima. El mejor día de mi vida y el partido que tuvo el mayor impacto en mi carrera".