También se examina el tiempo que los adolescentes dedicaban a mirar sus dispositivos, así como sus hábitos de uso de pantallas.
Los expertos descubrieron que el 45 % de los jóvenes de 12 a 17 años, que afirmaron no tener problemas de salud mental preexistentes, presentaban síntomas psiquiátricos.
La profesora Emma Duerden, catedrática de investigación en neurociencia y trastornos del aprendizaje de Canadá, declaró a MailOnline: “Esto es realmente sorprendente. Es mucho más alto de lo que cabría esperar. Antes de la COVID-19, las tasas de ansiedad en adolescentes oscilaban entre el 8 % y el 15 %. Ahora, vemos que casi la mitad de la muestra reporta un aumento de ansiedad, lo cual es alarmante”.
Animó a los padres a limitar el tiempo que sus hijos pasan frente a una pantalla a dos horas o menos al día, ya que esto mejoraría su bienestar.
La profesora Duerden agregó: “En estudios anteriores, hemos visto que algunos adolescentes reportan pasar 15 horas frente a una pantalla al día. Se despiertan, se conectan a una pantalla y se quedan todo el día. Este es un período crítico para el desarrollo cerebral y conductual, incluyendo la regulación emocional y el control de los impulsos”.