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Mikel Arteta, del Arsenal, insiste en que "los jugadores no son máquinas" al denunciar un calendario apretado

Mikel Arteta, del Arsenal, insiste en que "los jugadores no son máquinas" al denunciar un calendario apretado

Mikel Arteta quiere que los organismos rectores del fútbol "ayudemos a los jugadores" replanteando el calendario.

El Arsenal, dirigido por el entrenador, lidera la tabla de la Premier League, pero ha reconocido que la presión de un calendario tan apretado se está sintiendo en equipos de toda Europa.

En declaraciones a la prensa tras la victoria de los Gunners sobre el Brentford: "Probablemente no se trate de una sola cosa, sino de ayudar a los jugadores, a todos en la liga y a todos a hacer lo que tenemos que hacer, a darlo todo. Especialmente los equipos que juegan tanto en Europa. A todos en general, creo que podemos hacerlo porque nos beneficiaremos”.

“Nunca hemos tenido un calendario así en todos los niveles, no solo en la Premier League, sino también en todas las competiciones internacionales. Así que tenemos que intentar hacerlo, por favor. Creo que es de sentido común. Creo que en algún momento esto se vuelve demasiado, y los jugadores no son máquinas. Pero tenemos que intentar hacerlo cuando podamos”, añadió.

El calendario ha influido en sus decisiones de equipo, con Arteta obligado a rotar su once inicial contra el Brentford: "Descansar, es una palabra muy positiva. Tuvimos que hacer algunos cambios; tuvimos una semana muy exigente a todos los niveles: emocional, físico y con lo que exigía el partido. En el aspecto táctico y técnico, nos pidieron jugar tres días más tarde, un día menos de recuperación que el Brentford, y aun así rindiendo como lo hemos hecho contra un equipo que está muy bien entrenado y muy bien organizado. Tienen muy claro cómo quieren generar grandes ocasiones y se les da muy bien hacerlo”.

Arteta insistió, incluso con el 1-0, en que sabía que no era suficiente para garantizar la victoria: "No creo que hayamos encajado nada, salvo la parada que tuvimos que hacer al córner. Pero el partido siempre estuvo abierto y necesitábamos ese extra de energía para cerrarlo, y quizás cuando no la tuvimos, tuvimos la valentía de tomar el balón bajo presión y empezar a romper su presión con un buen movimiento y precisión con el balón para marcar el segundo gol y ganar el partido".

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