Scholes declaró en el podcast Stick to Football: "Todo lo que hago ahora gira en torno a él. Trabajo en el estudio, pero todo está organizado según su rutina diaria.

La temporada pasada, los jueves por la noche comentaba la Europa League del Manchester United. Esa era la noche en que solía estar con él, así que se ponía muy inquieto, mordía y arañaba. Se da cuenta de que la rutina no se establece de inmediato".

Scholes mantuvo en privado el diagnóstico de autismo de su hijo mientras jugaba y fue apartado del equipo por el exentrenador del United, Sir Alex Ferguson, mientras intentaba gestionar la situación.

El exinternacional inglés afirmó: "Nunca tuve un respiro, ni siquiera cuando jugaba; fue muy duro en aquellos días. Creo que no se lo diagnosticaron hasta que tuvo dos años y medio. Pero uno ya sabía desde pequeño que algo andaba mal, aunque luego llega el diagnóstico y yo nunca había oído hablar de ello”.

"Recuerdo la primera vez después, jugábamos contra el Derby fuera de casa y simplemente no quería estar allí. Recuerdo que el entrenador me dejó fuera del equipo la semana siguiente y no se lo había contado a nadie. Terminé contándoselo unas semanas después, porque fue bastante duro”, abundó.

"Incluso ahora, no quiero compasión ni nada parecido. Simplemente pensé que, aunque hablara con alguien sobre ello, no iba a ayudar a Aiden. La gran preocupación ahora es, como uno se está haciendo mayor, ¿qué pasará cuando ya no esté? Eso es lo que me preocupa constantemente”, finalizó.